Las tendencias de las cejas siempre están cambiando
Las tendencias de las cejas siempre están cambiando, las pestañas LED iluminadas o las pestañas cargadas de cristales Swarovski pueden no ser cosas de todos, pero las pestañas largas, exuberantes y coquetas siempre están de moda. Afortunadamente, las cejas dibujadas finamente, empleada por las actrices de los años 20 y 30, han quedado en el pasado. También las cejas cortas y limpias de Twiggy que estuvieron de moda alguna vez, donde las cejas eran casi un pensamiento inexistente. En la década de 1970, la ceja apenas visible volvió a cobrar importancia con las cejas finas y muy arqueadas de Donna Summer.
“Mis pestañas son demasiado largas y mis cejas demasiado gruesas”, dijo ninguna mujer, nunca.
Desde entonces, el estilo de moda en cejas se ha transformado en traerlas muy cuidadas, llenas de color agregado e incluso perforaciones llamativas. Gracias a bellezas como la modelo Brooke Shields, y sus cejas llenas y exuberantes, las mujeres ahora pueden dejar de depilarselas, pero el daño de estas etapas de moda y belleza ha dejado su huella, a veces para mejor. Sin embargo con mucha más frecuencia, las tendencias de belleza han empeorado.
Independientemente de las últimas modas, puedes apostar a que unas pestañas y cejas saludables te ayudarán a lucir espectacular; sin recurrir a tendencias drásticas o hábitos dañinos, puedes tener ojos tipo sirena de película glamorosa o la hermosa heroína de la literatura clásica.
Lamentablemente, no todas las mujeres son conscientes de que existen ingredientes orgánicos, nutritivos y de origen botánico que pueden apoyar la salud de sus pestañas y cejas para hacerlas más bellas.
En LUXE Beauty, esa nuestra especialidad. No es necesario sufrir por belleza, aunque este ha sido un precedente lamentable.
Nuestros productos utilizan lo más novedoso en ciencia, junto con la antigua curación tradicional ayurvédica, europea y china para hacer que sus pestañas sean exuberantes y sus cejas llenas. ¡No se requieren cosas tóxicas!
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Pero primero, veamos qué tan lejos hemos llegados
5 minutos de Historia de la Belleza
En el antiguo Egipto, la Reina Nefertiti abrió el camino para que las mujeres se aplicaran el delineador de ojos extremadamente obscuro, que sigue siendo un estilo icónico en la actualidad. Este fue un homenaje al dios Horus. Tanto hombres como mujeres llevaban los ojos y las cejas delineados densamente pensando que les otorgaba poderes sobrenaturales.
El único problema es que el delineador de ojos negro y el delineador de cejas se hicieron con plomo, arsénico y otros metales pesados. Su uso provocó irritabilidad, insomnio y depresión, así como un caso crónico de conjuntivitis.
Las cejas eran igualmente prominentes para hacer que el rostro de una mujer fuera el punto focal. Los ojos iban arqueados, sumamente oscuros y alargados con óxido negro y negro de carbón. Liz Taylor, la actriz y modelo de estatura icónica, tal vez igual a Nefertiti en su tiempo, volvió a poner de moda la misma apariencia, con ojos muy delineados, cejas muy oscuras y llenas.
¿Qué no han hecho las mujeres para ser más bellas?
Hoy tenemos muchas más regulaciones para prevenir la exposición al plomo debido a sus efectos dañinos probados, pero en la Antigua Grecia y Roma, las mascarillas faciales de plomo para purificar el cutis estaban de moda.
En la antigua Roma y Grecia se usaban varillas de incienso quemadas para rellenar las cejas, y una ceja unitaria incluso se consideraba hermosa. Se consideraba un signo de inteligencia y solo las mujeres más destacadas llevaban las cejas de esta manera.
No hace falta decir que no todo el incienso estaba hecho con ingredientes naturales que mejoran la salud en el pasado. Algunas varitas de incienso, entonces y ahora, son más tóxicas que fumar cigarrillos, otra “moda” que se impuso entre las mujeres.
En la Inglaterra victoriana, las mujeres usaban una variedad venenosa de belladona (también conocida como baya del diablo) para hacer que sus pupilas parecieran más grandes, con la idea de que esto las hacía más sexys y deseables en el dormitorio. Esta tendencia comenzó porque cuando una mujer se excita sexualmente, sus pupilas se dilatan naturalmente, pero Belladonna, que significa «mujer hermosa» en italiano, es la misma planta que hizo que Julieta pareciera muerta en la famosa tragedia romántica de Shakespeare.
Aunque belladonna ofrece un ligero beneficio medicinal, se considera altamente tóxica y peligrosa. El uso prolongado de Belladonna incluso provocó ceguera permanente. Esto no impidió que las mujeres lo usaran en la Época Victoriana. Esta tendencia histórica de belleza podría literalmente llamarse “mortalmente hermosa.”
Irónicamente, la reina Victoria luego llamó a una cara pintada y prácticas como estas vulgares, e inspiró una apariencia más natural.
Esto condujo a una gran oleada de herramientas de “belleza” para supuestamente ayudar a las mujeres a mejorar su belleza natural en el siglo XIX, pero, curiosamente, también estaban llenas de productos químicos tóxicos o eran francamente de tipo barbarie. Como el blanqueamiento facial para tener una piel más clara, o el uso de una combinación de sulfato y quinina como remedio para las cejas finas o el cabello fino. También se sugería que las mujeres se lavaran el cabello con amoniaco puro.
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A finales de la década de 1760, Marie Gunning, de Dublín Irlanda, quien más tarde se convirtió en la condesa de Coventry, murió tratando de ser hermosa para los papeles que tomó cuando alcanzó la mayoría de edad y para cortejar a su marido.
Más tarde ya casada su esposo no le permitió usar el polvo tóxico rojo para la cara que estaba de moda en París en ese momento. Ella lo desafió, y lo usó de todos modos, junto con un pesado maquillaje lleno de plomo. La prensa la llamó «víctima de los cosméticos» en su lecho de muerte.
El sufrimiento por la belleza y la tendencia de las cejas
Hay innumerables ejemplos más de mujeres que sufren por la belleza en la historia, y muchas de esas tendencias siguen vivas hoy.
Por ejemplo, estos son algunos de los ingredientes del delineador de ojos, el maquillaje de cejas y el rímel, que todavía se fabrican en la actualidad:
- Parabenos como butilparabeno, etilparabeno, propilparabeno que tienen propiedades estrogénicas (lo que significa que imitan al estrógeno en su cuerpo) mientras causan cáncer de mama y tumores de mama.
- Timerosal Se sabe que causa trastornos del neurodesarrollo, incluido el autismo.
- Alquitrá de hulla, un carcinógeno conocido y causa de afecciones dermatológicas como la psoriasis y la piel seca.
- Aluminio causa trastornos neurológicos y problemas del sistema nervioso, incluida la enfermedad de Alzheimer y Parkinson.
- Formaldehído, la misma sustancia que utilizan para embalsamar a un difunto en el forense.
- Imidazolidinil Urea no solo irrita la piel, sino que se deriva de la orina animal. ¿Necesitamos decir más?
- Compuestos de etanolamina, carcinógenos.
- Cloruro de benzalconio (BAK), un conservante que se encuentra en el delineador de ojos, el rímel y algunos desmaquillantes, es tóxico y daña las células epiteliales de los ojos.
- Acetato de retinol o el palmitato de retinol son formas químicas de la vitamina A que se sabe que causan problemas reproductivos.
Estos son solo algunos de los compuestos tóxicos que aún pueden encontrarse en el maquillaje de ojos, e incluso en los sueros para ojos destinados a estimular el crecimiento de las pestañas, la plenitud de las cejas o incluso para reducir las arrugas de los ojos, pero hay muchos más. Puede que no sean plomo directo o belladonna, pero ciertamente son innecesarios en el mejor de los casos y muy peligrosos en el peor de los casos.
Además, con el uso prolongado, estas toxinas se bioacumulan, lo que significa que sus efectos se agravan ya que el cuerpo se ve obligado a tratar de deshacerse de toxinas extrañas y dañinas que sabe que no deberían estar ahí.